Este artículo es el nº6 de la serie relacionada con el Mindfulness: Atención al Mundo Interior y Técnica “Sin Elección”
Entre aquello que podemos atender dentro del Presente, al margen de todo lo que nuestros sentidos sean capaces de percibir, está por supuesto lo que existe en nuestro Universo Interior: principalmente pensamientos y emociones asociadas.
Si ponemos en el primer plano de nuestra atención lo que pensamos, rápidamente nos daremos cuenta de la inmensa producción de pensamientos a la que normalmente estamos sometidos, incluso cuando estamos tranquilos y relajados. Al observar nuestros pensamientos podremos apreciar lo siguiente.
– Primeramente nos asaltan pensamientos ligados a pequeñas preocupaciones, problemas o cuestiones por resolver;
– Vinculados a éstos se sitúan las emociones que dichos pensamientos suscitan en nosotros;
– Si conseguimos no traer las preocupaciones nos daremos cuenta que actúa en nosotros un fuerte poder asociativo, y que cualquier cosa que apreciemos del presente, evoca un recuerdo, o una fantasía que desata una secuencia de pensamientos encadenados;
– Si estamos cansados o un poco bajos de forma, esta agitación mental se multiplica, es como si la voluntad se levantara y los pensamientos discurrieran autónomamente, sin el menor control por nuestra parte;
– Con un poco de entrenamiento podemos conseguir no “engancharnos” a los pensamientos, y con ello nos es más fácil reconocerlos;
– Al reconocer que estamos pensando, tenemos la capacidad de intervenir y transformar el pensamiento, también de disolverlo;
– Si mantenemos nuestra atención en el mundo interior, nos daremos cuenta de que el resto de percepciones sensoriales se desvanecen o desaparecen completamente. Nos situamos así en un estado de Prayatara de los sentidos, es decir, que quedan anulados, como cuando estamos dormidos.
Ser consciente de todo esto aporta un conocimiento mayor de nuestro interior, la situación anímica en la que nos encontramos, la gran capacidad fantasiosa de la que disponemos, los pensamientos recurrentes que nos asaltan, el poco control que ejercemos en todo el proceso mental…
Otra técnica que podemos aplicar dentro del Mindfulness, es la conocida como “Sin Elección”. Consiste en no prefijar ningún objeto en el primer plano de nuestra atención, sino atender aquello que más nos llame la atención, ya sea objeto del mundo exterior como del mundo interior, y simplemente observar, sin juzgar, sin intervenir.
Descubriremos en este ejercicio hacia dónde se dirige más fácilmente nuestra atención, la velocidad con la que nuestra atención salta secuencialmente de un objeto a otro, las recurrencias, el estado de ánimo en que nos sume… en fin, todo un acto de auto-investigación por nuestra parte.