Este artículo es el nº23 de la serie relacionada con el Mindfulness: Pausa Atenta
Un magnífico campo de aplicación de la atención plena a la respiración consiste en realizar una pausa muy breve entre “el captar lo que está pasando y el hacer algo al respecto”. Respirar hondo intencionadamente sirve para iniciar esta pausa y marcar el ritmo. Así pues, ante una situación tensa, por ejemplo una pelea en la clase, cuando empieces a sentir emociones intensas, dilata tu atención plena y respira hondo. El tiempo que dura un ciclo de una inspiración y una espiración brinda a tu mente pensante la posibilidad de alcanzar a tus sentimientos y te permite elegir con prudencia el modo en que quieres responder.
La pausa, aunque sólo sea pasajera, puede marcar una gran diferencia, dándote tiempo para determinar:
1. Los datos básicos que percibes, sin que estos se tiñan por las emociones no por las interpretaciones;
2. Lo que sientes acerca de lo que ves;
3. Qué piensas al respecto;
4. Qué es lo que más conviene hacer
En esta secuencia de cuatro pasos intervienen la vista, las emociones, los pensamientos, y por último, la acción. Cuando te saltas el tercer paso _ los pensamientos_, te arriesgas a responder de una manera automática que puede o no, ser conveniente para ti. La clave está en la pausa, pues con ella ganas tiempo para que los pensamientos alcancen a las emociones y colaboren con ellas para trazar un plan constructivo.
Al principio, eres consciente de lo que ves y de lo que sientes. Después, te acuerdas de hacer una pausa y observas cómo surgen los pensamientos. Por último, sintetizas la información disponible (sentimientos y pensamientos) para trazar e implementar un plan para tu paso siguiente. Una vez concluida la secuencia, llega el momento de seguir adelante, física, mental y emocionalmente. Al aplicar la atención plena para reducir la excitación emocional se fomenta una recuperación más rápida y más fácil. Cuanto más eficiente sea tu proceso de autososiego, mayor será tu capacidad de respuesta para recuperarte después de una experiencia intensa.