Este artículo es el nº5 de la serie relacionada con la Meditación: Meditación Budista
Hay muchas y variadas técnicas de meditación budista dependiendo de cada tradición y escuela, por ejemplo en la Theravāda Visuddhimagga se enumera hasta 40 métodos meditativos. Si bien, todas se basan en dos componentes llamados Samatha (calma mental, tranquilidad) y Vipassana (conocimiento directo, intuición). Se considera que los métodos derivados de Samatha sirven normalmente para preceder y preparar las meditaciones Vipassana.
Meditación Vipassana o Meditación Penetrante: Vipassana significa “ver las cosas como realmente son”. Es una de las técnicas más antiguas de la India. Redescubierta por Buda en el 2500 a.C., busca erradicar las impurezas mentales y alcanzar un estado de gozo supremo, de liberación, una curación para el sufrimiento humano.
Esta meditación busca mantener la mente totalmente enfocada en el momento presente. La tendencia mental de viajar al pasado o al futuro nos quita la posibilidad de vivir la infinitud del momento presente. La mente humana es una de las herramientas más poderosas que existen, pero la falta de conocimiento sobre cómo utilizarla nos vuelve prisioneros de los propios pensamientos. En la meditación budista se practica la observación de sí mismo y de las actividades de la mente para aprender a no identificarse con ese torbellino que le quita el gozo a la vida en el presente.
La esencia de esta meditación es: Aprender a observar lo que surja en nuestro cuerpo interna y externamente, así como en nuestra mente, sin reaccionar a favor ni en contra, no hay que juzgar ni interpretar, simplemente prestamos curiosa y serena atención.
En la meditación budista se intenta predisponer determinada condición mental que favorezca el samādhi o “estado de máxima atención y tranquilidad”. El samadhi se considera algo previo a la realización de una alta comprensión y también del nirvana.