Este artículo es el nº4 de la serie relacionada con la Meditación: Meditación Hindú
La meditación se encuentra en las mismas raíces del hinduismo, religión cuyo origen se remonta en la India en el año 1500 y 2500 a.C. En el hinduismo conviven la tradición popular y filosófica. En el hinduismo popular la adoración se realiza en las casas y en los templos; en cuanto al hinduismo filosófico, no solamente es una forma de vida, sino que recoge prácticas más profundas como la meditación, yoga, la lectura de escrituras sagradas etc.
De alguna forma la Meditación Hindú recoge un amplio legado de tradiciones, escritos y mitos antiquísimos. Su denominador común, sobre innumerables técnicas de acercamiento espiritual, es la “Devoción al Señor”. Este acercamiento místico se traduce en varias técnicas de purificación y trascendencia. Cuando se medita de la manera hindú, se piensa en un ciclo de vida inagotable, se vive, y se muere reencarnándonos, y en cada vida se va obteniendo más purificación. Se considera la divina creación en formas del panteísmo, a partir de un dios, pero no existe ni comienzo ni final en la creación; el ciclo de vida es interminable, las vidas son repetidas pero no en las mismas circunstancias ni con las mismas personas. El alma del hombre es una chispa, las vidas se irán dando de manera sucesiva, el cuerpo es nada más que la forma de materializar el alma, y los cuerpos tras sus muertes se irán quemando. El presente de la vida de cada individuo está determinado por sus esfuerzos y actos –karma- de sus vidas pasadas, es la sucesión de hechos de las vidas anteriores. Lo que se busca es la Verdad, esta verdad se encuentra en el yoga y en la meditación, y todas las reencarnaciones se experimentan hasta que el espíritu es liberado del cuerpo.
Durante la meditación hindú no solo es posible alcanzar el estado contemplativo en una condición de adoración, sino que irá acompañado con el yoga, el ayuno la abstinencia, el entrar en comunión del cuerpo, espíritu y mente. Para llegar a este estado se concentrarán los pensamientos en un objeto además de tener un mantra (palabra sagrada que se repite) que será la palabra que inundara nuestro ser.